
Mayo, 2016.- Cada vez más profesionales de la psicología, de la programación neuro-lingüística e incluso de la biología y la medicina señalan que las alergias pueden estar vinculadas a conflictos emocionales. Y en concreto a nuestro poderoso sistema de creencias que hemos ido construyendo desde que éramos pequeñitos. Por eso si con las técnicas adecuadas logramos ir al pasado, encontrar la creencia destructiva que está vinculada a la alergia y transformarla en una creencia constructiva, entonces podremos desactivarla. Esta creencia destructiva suele ser de tristeza, culpa, enfado, etc… ante un hecho traumático y puede alojarse en el subconsciente. Por eso a veces tenemos conflictos físicos o emocionales que no sabemos (conscientemente) de dónde vienen.
Es el caso de Jesús García, ahora hostelero de 25 años, a quien el médico le diagnósticó alergia al chocolate negro con sólo 10 añitos de edad. “Aunque en realidad no recuerdo desde cuándo he tenido esta alergia, que yo sepa desde que tengo uso de razón”, especifica.
Digamos que el consumo de chocolate negro no es una necesidad vital, sin embargo Jesús retelata que “nunca entendí por qué tenía esta alergia cuando en realidad me encanta el chocolate negro, es de las cosas que más me gustan en el mundo, y siempre me ha dado mucha rabia y frustración no poder comerlo. Normalmente cuando lo he comido he tenido vomitonas, diarreas, ronchones, granos en la cara… La vez que peor lo pasé estuve vomitando 10 días seguidos, y aunque no comía nada seguía vomitando y siempre salía algo negro, y eso que apenas comí 3 ó 4 onzas de chocolate”.
Con técnicas de integración cerebral y programación neuro-lingüística el coach de Trisquel, Mariano de los Santos, ha apoyado a Jesús a superar esta alergia. “Cuando me enteré de que podía quitarme la alergia con sesiones de PNL pensé ‘estos están locos’, sin embargo ahora si quiero puedo comerme media tableta de chocolate sin problema y estoy tan feliz, aunque no lo hago a menudo porque desgraciadamente no es recomendable abusar”, comenta entre risas.
Con relación al proceso de coaching Jesús afirma que “he aprendido muchas cosas con este proceso, por eso lo recomiendo. Todo el mundo tiene problemas y hay gente que tiene maneras más fáciles que otras para solucionarlos e incluso otras personas que a veces ven que no pueden solucionarlos de ningún modo, y eso crea traumas y conflictos emocionales. Por eso me parece genial que haya profesionales que se encarguen de apoyar en esos temas”.